A veces descarado, a veces ingenuo, y siempre sincero. Phil Lancaster. Él estuvo allí, detrás de los tambores, presenciando el nacimiento de una estrella del rock. David Bowie fue el artista total, el músico más arriesgado e innovador de la galaxia pop de los primeros años setenta; imposible hacer balance cultural del Siglo XX sin contar con Ziggy Stardust, sin tener en cuenta al Duque Blanco.
Cuando David Bowie era Davie Jones, cantaba con los Lower Third, el combo en el que el joven Phil tocaba la batería. Compartieron cafés en el Gioconda, paseos por el Soho, actuaciones en el Marquee y sueños de fama y fortuna a bordo de la ambulancia que trasladaba al grupo por todo el Reino Unido.
Somos afortunados. Tenemos suerte de que Mr. Lancaster conserve tantos recuerdos de aquellos meses, de que su memoria haya encapsulado detalles y anécdotas que nos ayudan a conocer e interpretar los años formativos en la carrera de un personaje como Bowie. Su amigo Dave.
Este libro es un relato precioso, un minucioso catálogo de historias pop del Swinging London, narradas con fidelidad y pasión. Un auténtico festín tanto para seguidores irredentos del personaje como para aficionados al rock de todos los tiempos.
El autor ha contado con un cómplice de excepción en Kevin Cann, experto en Bowie y autor del imprescindible “Any Day Now, The London Years: 1947-1973”. El interés de Kevin y de otros estudiosos ha sido crucial para excitar la memoria de Phil Lancaster y animarle a documentar su experiencia con Davie Jones & The Lower Third. Nuestro mayor pesar, y el suyo, es que David Bowie no llegara a conocer su testimonio. Su impagable testimonio.