LOS PASOS. OTRO PUNTO DE VISTA. 50 ANIVERSARIO.

Han pasado ya esos 50 años que parecen la barrera definitiva para completar la vida activa de cualquier persona. Pero no para Los Pasos, que un buen día de este siglo decidieron reunirse de nuevo y pensar: ¿cómo sonarían las canciones de aquellos Pasos de los sesenta y setenta si las grabáramos ahora? Y de la idea, al estudio para hacer uno de los más brillantes ejercicios de recuperación que hemos escuchado en España. Son grabaciones completamente nuevas, del siglo XXI pero hechas no por un grupo de esos de tributo que tanto abundan. Estos son Los Pasos genuinos. Con Joaquín Torres, el alma de esta nueva aventura con sus guitarras. Con José Luis González, Joe, en teclado y voz. Con Luis, Martín y Juanjo. De nuevo en un estudio de grabación reviviendo las viejas emociones y comprobando que aquellas canciones están vigentes. No solo en las melodías sino también en la intención.

Ramalama mantuvo en su catálogo durante más de una década las viejas grabaciones de Los Pasos. Toda una historia de uno de los grupos que conformaron la ‘primera división’ del pop español de los sesenta y setenta. Ahora llega el relevo. Retiradas aquellas históricas grabaciones de nuestro archivo sonoro de unas décadas irrepetibles, aparecen éstas que nos permitan ratificar que el auténtico talento no puede quedar sepultado por las mejoras tecnológicas de sonido y técnicas de registro. Los Pasos han vuelto a salir a a la carretera con la misma ilusión que entonces, pero con mucha más sabiduría. En el disco se permiten hacer dobles versiones de algunos de sus éxitos. Unas a base de coros y otras a pleno rendimiento de la electrónica y los instrumentos musicales. Incluso se han atrevido a recuperar uno de los ensayo del lejano 1966 –“No encuentro comprensión”- adosando a continuación la versión del siglo XXI. No hay mejor celebración de esos cincuenta años, largos ya, de vida de Los Pasos que escuchar estas canciones con el sonido de hoy mismo. ¿Qué hubiera pasado si el nivel tecnológico de los sesenta hubiera permitido tocar y cantar así aquellas canciones que mecieron nuestros guateques? Aquí está la respuesta.