Esta colosal y pormenorizada monografía en dos volúmenes, fruto de investigación y compilación de fuentes muy diversas e ilustrada con más de 3000 imágenes, abarca el periodo de gestación y primer desarrollo del jazz en su forma aún «primitiva» ?en tanto que trata de su momento fundacional? y se distingue por la relevancia social que otorga a este género.
A diferencia de otros estudios sobre el nacimiento del jazz en los que destacan el tratamiento musicológico y la teoría musical, el enfoque de este libro, escrito de forma sencilla evitando tecnicismos, permite situar el jazz en su época, aquella que fue designada como «era del jazz», para determinar hasta qué punto la caracterizó. Pocas veces una música popular estuvo tan unida al devenir de un tiempo histórico crucial. Surgida a comienzos del s. xx como propulsora de un
baile de marcado carácter festivo, la onda del jazz resultó tan expansiva que en poco tiempo se convirtió en la primera música popular que alcanzó repercusión munndial.
¿En qué condiciones sociales surgió, cómo fue creciendo y qué factores contribuyeron a su propagación como una vía lúdica de entendimiento y regocijo compartidos?
Dividida en dos tomos, esta Historia social del jazz primitivo analiza los nuevos hábitos que la cultura de la síncopa tradujo a su ritmo incidiendo en los modos de socialización que esta generó, primero como subcultura itinerante (vol. 1) y luego como fenómeno de magnitud planetaria (vol. 2); un transcurso sacudido por grandes cambios estructurales, los de una sociedad en veloz proceso de transformación: del agro a la urbe, de la artesanía a la producción industrial a gran
escala, de la segregación racial forzosa a los intentos de integración y reafirmación cultural de la población afroamericana, de la moral puritana imperante a finales del s. xix a la modernidad de las relaciones afectivas que empezó a abrirse paso en la segunda década del s. xx. Un amplio periodo que en los EE. UU. comprende desde el final de la esclavitud al desplome de la Bolsa en 1929 y que es el de la consolidación del jazz como música popular moderna y producto cultural de masas.
Nacido del caldo social de la good time people, improvisado por las clases populares afroamericanas y circunscrito a ámbitos comunitarios, el blues caliente devino a comienzos
de los años veinte en jazz tras ser colonizado por la industria del entretenimiento: una música comercial, mercancía capaz de rendir pingües beneficios, coetánea del cine, el gramófono y la radio que contribuirían ampliamente a su expansión como producto cultural. Verdaderamente relevante es que en tan poco tiempo trascendiera su radio de acción hasta constituir un fenómeno social de enormes repercusiones. Cual elixir rejuvenecedor de la población tras la guerra mundial, el primitivo jass no solo irrumpió hacia 1917 como un trepidante estilo musical postbélico que puso a bailar enloqueciamente a todo el planeta como ningún otro hasta entonces, sino que revolucionó en muchos aspectos los hábitos e influyó en las relaciones sociales.
Vol. 2: En los tiempos de la bañera de ginebra. Jazzbandismo, locura del baile y cultura urbana de masas.
En su afianzamiento urbano, el jass primitivo transformado en hot jazz forma parte de las experiencias históricas afroamericanas más importantes que sacuden el cambio de siglo al hilo de pugnas sociales y de reafirmación cultural, en una época de grandes movimientos migratorios internos en los Estados Unidos cuando, tras la proclamación del fin de la esclavitud legal, millones de exesclavos abandonaron el Sur segregado, ensombrecido por los linchamientos, para dirigirse a las grandes urbes del Norte en busca de empleo y mejores condiciones de vida -si bien allí quedarían recluidos en guetos o «cinturones negros» y limitados a penosos trabajos de servidumbre-. La Historia social del jazz primitivo está sacudida por luchas laborales, disturbios raciales, códigos segregacionistas, cruzadas patrióticas inspiradas en brotes de pánico moral, leyes prohibicionistas con el consiguiente incremento del hampa organizada, auge del feminismo, primeros atisbos de emancipación juvenil, nuevos inventos tecnológicos que contribuirán a la difusión masiva de la música, etc.; todo ello imbuido por el carácter del momento: velocidad, libertad de movimiento, mezcla de estilos, cambios en usos y costumbres, traspaso de una población otrora estancada en el campo a los grandes núcleos urbanos. Experiencias indudablemente colectivas que hacen del jazz en sus inicios algo más que la banda sonora de una época vertiginosa.